Conocernos es fundamental, hemos empezado por la mezquita
Bayt al-Thaqafa es un mosaico de personas, de muchas personas que entran y salen de las sedes de Barcelona y Sant Vicenç dels Horts. Saludamos a decenas de personas al cabo del día, cada una con su historia personal, los miedos, las expectativas, las ilusiones, la confianza en un mundo más amable. Conocernos, ya lo decía Teresa Losada, es el fundamento de todo.
Las visitas a comunidades religiosas, pues, tienen un único, y nada humilde, objetivo: facilitarnos espacios de encuentro e intercambio en torno a un núcleo, la diversidad religiosa, la unidad en el trascendente.
Por ello, el 23 de noviembre 2017 en la tarde, un grupo de personas vinculadas a Bayt al-Thaqafa: voluntariado, amistades, técnicas ... nos encontramos en la sede de la Oficina de Asunto Religiosos de Barcelona (OAR). Un primer paso para seguir la y dea de Teresa y reconocer lo que vemos día a día en Bayt y en la ciudad: una manera de ver la vida y la relación con las personas, marcada por la fe en el Islam.
Gloria Garcia-Romeral, técnica de la OAR, nos acoge y nos aclara la confusión que existe entre "árabe": persona que vive en alguno de los 22 Estados y territorios de la Liga Árabe, "islámico": todo lo inanimado, objeto o pensamiento, relacionado con el Islam y "musulmán / musulmana": aquella persona que sigue el Islam desde la fe. Nos introduce en los cinco pilares del Islam: La profesión de fe (shahada), la oración (salat), limosna (zakat), el ayuno de Ramadán (sawm) y el peregrinaje a la Meca (Hajj). Nos descubre la historia de las comunidades islámicas en Barcelona, que se remonta a finales de la década de 1960. Nos anima a ser conscientes de los estereotipos, reorientarlos y, así, poder reconocernos todos como personas.
Toda esta conversación nos ayuda a saber utilizar bien las palabras, las que llevamos aprendidas de casa y familia, y las que aprendemos de nuevas y puede que no comprendemos. En este espacio hemos dado una nueva dimensión a estas palabras.
Después de este intercambio y de poner los cimientos sobre el Islam, emprendemos la marcha hacia la mezquita Camino de la Paz, en la calle Erasmo de Janer. Veinte minutos de camino en que vamos debatiendo las explicaciones que acabamos de recibir.
En la puerta de la mezquita nos espera Hasnat Hashmi, es él quien se encarga de mantener las relaciones públicas de la mezquita. Al verlo, lo primero que nos viene a la mente es "acogida". Hasnat rezuma ganas de contarnos qué y cómo viven en esta comunidad islámica.
Los niños están en plena clase del Corán, hay un rumor constante y un permanente ir y venir de niños y niñas. El espacio de oración es vacío a esa hora, ideal para recibirnos con los pies descalzos sobre un suelo protegido con alfombras.
Hoy nos lo encontramos engalanado porque son fechas de celebración del nacimiento del profeta, guirnaldas de colores alegran la mezquita. En las paredes, escrito en urdu, podemos ver inscripciones que invitan a la paz.
Hasnat nos cuenta la función de la tarima donde se sienta el Imam: recoge los tiempos en que los espacios abiertos y las multitudes dificultaban la audición de las palabras y había que hablar desde un lugar elevado. Hoy día, en este espacio pequeño y con medios tecnológicos, queda como un símbolo de respeto.
Durante la conversación salen temas diversos, y poco a poco nos vamos decantando por las facilidades o dificultades a la hora de vivir según las indicaciones de la fe.
Se mezcla lo que son preceptos religiosos con costumbres culturales, percepciones personales con indicaciones comunitarias, experiencias vividas con deseos de actitudes presentes o a venir.
Nos quedamos con ganas de más, de seguir con una conversación pausada que ayude a desgranar pensamientos y enriquecernos con palabras meditadas... ¿quizás tendremos que facilitarlo en el Bayt?
Esta es la idea, acabamos de empezar una programación que ya comenzó el pasado mes de mayo con la visita a la Gurdwara, y seguiremos durante los meses a venir con otras visitas que nos vayan dibujando el mapa de la diversidad religiosa, no sólo el mapa de diversidad religiosa de la ciudad , sino, y sobre todo, el mapa de la diversidad religiosa de la humanidad.
En el trascendente, en aquella parte íntima de cada persona, nos encontramos todos.
(Autoría: Anna de Eguia, coordinadora de voluntariado y prácticas)