A mí también me dijeron que "estudiar no es para personas como tú"
El alumnado migrante o de origen migrante y diverso de nuestro país tiene muchas más probabilidades de experimentar la desigualdad educativa en comparación con aquel alumnado de origen autóctono.
Muchas veces se atribuye el éxito o fracaso escolar a las capacidades del alumnado, la situación de su familia y su nivel socioeconómico o educativo. Sin duda, son factores importantes que influyen en el desarrollo educativo del alumnado migrante o de familia migrante, pero también en el resto del alumnado que no lo es.
Sin embargo, no debe perderse de vista que el sistema educativo y los programas de atención a la diversidad no responden de manera eficiente a la pluralidad social y cultural que presenta la sociedad catalana y/o española de hoy en día.
En el ámbito de las ciencias de la educación, se habla mucho de adecuar el sistema educativo a la diversidad del alumnado en los centros educativos, en vez de nombrarlo cómo realmente se está gestionando: queremos adecuar el alumnado diverso en un sistema educativo monocultural. En las escuelas y en los institutos nos encontramos con estudiantes de identidades múltiples, que pertenecen a dos o más contextos culturales; que practican una religión que, en nuestra opinión, es muy desconocida en la sociedad catalana y española; o deben comer “halal” y no pueden, dado que la diversidad no está contemplada en los comedores escolares. Podríamos seguir llamando muchos más aspectos que, si no se atienden, se les hace un sitio y se les reconoce, perpetúan la exclusión educativa.
Estamos ante la realidad de que nuestra sociedad es cada vez más plural y diversa en todos los sentidos y debemos aceptarlo. Debemos abandonar la perspectiva uniforme que sólo contempla la identidad única del sistema.
Para ello, para mejorar el sistema educativo para atender la diversidad cultural, es necesario también prestar atención al profesorado, siendo éste una parte esencial e indispensable del sistema. La formación del profesorado en materia de interculturalidad, su competencia intercultural y la capacidad de innovación docente son factores determinantes al hablar del proceso educativo del alumnado procedente de la diversidad cultural y religiosa.
En la formación inicial del profesorado, la interculturalidad sigue siendo una materia optativa y opcional en la gran mayoría de ofertas y programas de formación, por no decir en todas. La carencia de esta visión intercultural supone grandes retos al profesorado en su práctica docente y se enfrentan a situaciones diversas que desconocen, y también aplican prejuicios en su práctica profesional: Entre la gran mayoría del estudiantado universitario migrante o de familia migrante marroquí que hemos conocido - e incluyendo nuestra propia experiencia-, se repite la misma frase de “a mí, el profesorado me dijeron que no hiciera bachillerato o no fuera a la universidad porque no era para mí, cuando eso es lo que yo quería hacer”.
Por ello, y según lo articulado en varios espacios de investigación en el campo de las ciencias de la educación, deben promoverse y ofrecerse vías de formación y desarrollo profesional de la interculturalidad desde la fase inicial.
Por otra parte, creemos necesario también facilitar la comunicación entre la familia y el centro educativo de forma que no se base sólo en las tutorías y las entrevistas (en las que, en muchas de ellas, la comunicación es difícil y se requiere una traducción o interpretación). Uno de los problemas a los que se enfrentan los equipos docentes y centros educativos cuando la comunicación falla es la poca participación y desmotivación de las familias – además de haber también otros motivos como la falta de tiempo o el desinterés en las actividades del centro. Somos muy conscientes de que el proceso de inclusión social de las minorías en cualquier ámbito es bidireccional y, para alcanzar el objetivo, se requiere la implicación tanto de éstas como del colectivo mayoritario.
Por eso, el proceso de transformación y mejora en este sentido es profundo y puede resultar largo, dado que debe implicar nuevas metodologías de trabajo con adultos y pasa por incidir y concienciar a la familia sobre la importancia de la participación de estas actividades .
Como herramientas de respuesta emergentes a estos problemas, destaca la mediación intercultural en el ámbito educativo que tiene como objetivo general facilitar la comunicación entre los componentes de la comunidad educativa en su conjunto. Es una herramienta muy poderosa que, sin embargo, no es suficiente, ya que no todos los centros disponen de este servicio que requiere una labor colaborativa con otros profesionales y entidades.
Desde la Asociación de Estudiantes Musulmanes (AEM), con la Asociación de Estudiantes Musulmanes de la Autónoma (UAB) y el Instituto Catalán Internacional por la Paz (ICIP), reflexionaremos sobre el rol clave del sistema educativo en la gestión de la diversidad en el aula para garantizar un acompañamiento de calidad del alumnado en su proceso de crecimiento educativo y configuración de la identidad, en uno de los actos de las III Jornadas Gatzara, una iniciativa de sensibilización sobre interculturalidad arabocatalana impulsada por la Fundación Bayt al-Thaqafa.
Referencias
Aguaded Ramírez, E.M., de la Rubia Ruiz, P., González Castellón, E. (2013). La importancia de la formación del profesorado en competencias interculturales. Profesorado. Revista de currículum y formación del profesorado, 17 (1), 339-365. Recuperado de: https://www.ugr.es/~recfpro/rev171COL6.pdf
Cantalini, S. (s/f). Claves para la educación intercultural: Clave 1: formación del profesorado. FETE-UGT. Recuperado de: https://www.educatolerancia.com/pdf/Claves%20para%20la%20Educacion%20Intercultural%201_%20Formacion%20para%20el%20profesorado.pdf
Sales Ciges, A. (2012). La formación intercultural del profesorado: estrategias para un proceso de investigación-acción. Educatio Siglo XXI 30 (1), 113-132. Recuperado de: https://revistas.um.es/educatio/article/download/149171/132151/557691
Autoría: Hussam Bakkali, filólogo, especializado en cultura de paz, conflictos, educación y derechos humanos y doctorando en el programa de Investigación y Práctica Educativa; y Chumicha Azdad, trabajadora social especializada en mediación de conflictos. Miembros de la Asociación de Estudiantes Musulmanes (AEM) y participantes en las III Jornadas Gatzara, impulsadas por la Fundación Bayt al-Thaqafa.